martes, 22 de septiembre de 2009

PROMOCIÓN AUTOMÁTICA: ¿APROBAR CÓMO SEA NECESARIO?

“[…] el goce vino como un látigo y se
anegó en un balbuceo agradecido,
en un ciego abrazo interminable […]”
Julio Cortázar
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El sistema escolar colombiano ha venido cambiando con el paso de los años. Recuerdo cuando era tan sólo un estudiante de noveno grado y me esforzaba en todos los periodos académicos para poder aprobar mi año escolar, pero, tan grande sería mi sorpresa, que no me alcanzó para reconocer que en todo el año no había asumido temas de matemáticas sociales y español; que el resultado no se dio a esperar y reprobé. Los gritos de mi madre no se hicieron esperar y yo quedé rezagado y resignado a esperar un nuevo año para compartir con los muchachos que venían “detrás” mío. Fue realmente difícil, pero ese año de “nuevos compañeros” y mismos temas, entendí a mis escasos 13 años, que debía ponerme las “pilas” y trabajar como no lo había hecho antes.

Esta dura experiencia ya no la viven los chicos de hoy. Estos tienen más ventajas con respecto a su aprendizaje en la escuela. Para el año 2008, los estudiantes de primaria y bachillerato, no sólo se dan el “lujo” de no estudiar sino que para completar tienen el aval por parte del estado de aprobar los cursos con este antecedente de “flojera académica” durante un año. A esta alcahuetería se le ha llamado la promoción automática. Este “invento” no es más que el intento por parte del estado de no perder futuros miembros que aporten a la economía de un status quo.

El gobierno nacional con la inspiración en el sistema educativo del antiguo continente, ha implantado, bajo el decreto 230 del año 2002, este sistema llamado la promoción automática. Esta consiste en promover a los estudiantes de ciertos grados al siguiente nivel, pensando antes en no permitir que éste repita el curso. Las justificaciones por parte del ministerio de educación al implantar esta ley, no son más que argumentos que no van más allá de un interés que no queda realmente claro. Algunos de estos argumentos algo faltos de coherencia, por ejemplo: -la repetición es un elemento viejo y es el único sistema que existía para el “no-aprendizaje” por parte de los estudiantes.1

Al continuar exponiendo los argumentos del ministerio encontramos otro que dice que la falta de dinero es uno de los factores de repetición de los cursos y que el analfabetismo es un fenómeno que se da sólo por el hecho de que exista la repetición por ejemplo. Tiene razón la señora Rosa María Torres al decir esto hasta cierto punto. El analfabetismo (por ejemplo en Colombia) existe por condiciones económicas y situaciones de aislamiento por parte de la población. Hago referencia a la población rural que en muchos de los casos no tiene acceso a una educación por el hecho de no encontrar un centro educativo cercano.

Pero cuan equivocada está nuestra autora al decir que la repetición de los cursos sólo se da en estratos bajos y que las personas pudientes no tienen problemas de esta índole. Otro de los argumentos usados para justificar tan “ambicioso” proyecto, es el de la diferencia en edad de los estudiantes al repetir algunos cursos, segunda equivocación. Aquí expongo mi caso de pérdida de año escolar y puedo asegurar que el hecho de que yo tuviese uno o dos años más que el resto de mis compañeros no afectó mi desarrollo académico.


1.
http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-85775.html

Hasta el momento tenemos unas razones que el estado expone como contundentes para promocionar y brindar muchas oportunidades a los estudiantes “más lentines”, pero no vemos propuestas por parte de este ente gubernamental (M.E.N) para abolir el analfabetismo , por ejemplo, y el aislamiento de muchas de las comunidades de este país como ellos mismos lo aseguran. Creo que hay interés de impulsar generaciones con títulos bajo la bandera de haberlos obtenido con algo de mediocridad (si no es mucho de esta).

El hecho de que exista un medio tan atroz con el conocimiento, que vela sólo por el desarrollo de masas, deja ver un país y un gobierno que no se interesa por las generaciones venideras de nuestra patria. Tan sólo vemos cortinas de humo que nos hacen creer que todo es por el beneficio de los ciudadanos cuando realmente nos están violando indirectamente un derecho que es fundamental: la educación (en todo el sentido que esta palabra tenga).

Considero que la promoción automática es nociva para las generaciones que vienen. No alcanzo a imaginar cuando estos chicos quieran entrar a cursar una carrera en alguna universidad y tengan que pasar por la pena de dar pasos atrás en el conocimiento para estar al día. La promoción automática no es más que un premio a la mediocridad y a las “no ganas” de estudiar. El aprobar por aprobar no es más que el reflejo de una sociedad que está destinada a lanzarse al consumo, y que pretende asumir la educación como eso, como un objeto más del consumo y que debe ser devorado rápidamente ya que el contexto en el que vivimos nos pide antes que reflexionar, la velocidad.