domingo, 19 de febrero de 2012

Sacrificio de Ifigenia

Es el ocaso el que acoge mis lamentos, ahora la penumbra hace de las suyas y sigo aguardando el fatal instante de la nada. El recuerdo vago de una sonrisa en su rostro es lo único que queda y el patíbulo se asemeja al último lecho.Que la penumbra traiga el sosiego que mi alma ansía por culpa de su ausencia. Que la aurora llegue con margaritas y me diga que es este ya el impertinente crepúsculo que acaba con mis angustias...

1 comentario:

Yelmy Herrera dijo...

este poema es el que mas me gusto, desborda sentimientos, me atrapo por completo,sobre todo por el final "Que la aurora llegue con margaritas y me diga que es este ya el impertinente crepúsculo que acaba con mis angustias..." creo que me gusto tanto porque me sentí identificada con esas palabras, muchas veces yo he esperado lo mismo, que se acaben las angustias. enserio me gusta mucho su manera de escribir, es interesante y las palabras rebozan de significado, aunque puede que este exagerando.
debería actualizar el blog mas seguido, profe. ¬__¬